niños

1. Se incrementa la necesidad energética debido al crecimiento de la actividad física y mental.

2. Es muy importante la ingesta de 5 comidas y realizar al menos uno con la familia.

3. Etapa para comenzar a implicar al niño en el proceso de compra, manipulación y cocina los productos para adquirir conocimiento de los mismos.

 

En este periodo de la infancia, el crecimiento ya no es tan rápido como en la etapa anterior pero, al incrementar la actividad física a través del juego, las demandas de energía aumentan. De los 7 a los 12 años se caracteriza por un elevado grado de madurez, tanto física como intelectualmente. Asimismo termina la maduración de los órganos internos y el desarrollo del sistema defensivo. Su sistema inmunitario es más maduro y las pequeñas infecciones son cada vez menos frecuentes. Hasta los 10 años no hay diferencias energéticas entre los niños y las niñas, ya que se acerca la adolescencia.

En este periodo, los niños incrementan la actividad física a través del juego y del movimiento, al mismo tiempo realizan un importante desgaste intelectual (más horas de estudio, más concentración, etc.) Por ello necesitamos una alimentación variada y equilibrada que los aporte la energía que necesitan para su desarrollo. Hay que reforzar su dieta con alimentos ricos en minerales, como el yodo y el magnesio, necesarios para desarrollar el cerebro y los huesos. Estos minerales están presentes en el pescado, los vegetales de hoja verde, la fruta, las legumbres y los cereales integrales, entre otros.

Hay que garantizar que hagan cinco comidas repartidos a lo largo del día y como minimo una comida juntos en familia. Procurando que sea un espacio tranquilo de comunicación y afectividad, sin presencia de la televisión, radio u otros elementos que perturben este ambiente. Asimismo es un buen momento para mantener los hábitos alimenticios aprendidos en otras etapas e introducir a otros (no hablar con la boca llena, acabarse la comida del plato, esperar a que todo el mundo esté servido para empezar a comer, utilizar correctamente los cubiertos, no tener en la mesa ni el móvil ni la tableta, etc ..)
Es importante realizar actividades relacionadas con la comida en familia como ir de compras, hacer menús, mirar las etiquetas de los productos para conocer sus ingredientes, colaborar a la hora de cocina, etc., para consolidar un hábitos alimentarios sanos a la vez que adquieren responsabilidades.

También hay que explicarles los efectos negativos de algunos alimentos y bebidas así como la importancia de evitar malos hábitos en la alimentación, como picar entre horas, saltarse un comidas, etc.